El curso pasado vino fuertemente marcado por las obras de la fachada que estaba desplomada con riesgo de caerse. El edificio físico de la parroquia se hundía… Gracias a Dios ya han terminado las obras pero sin embargo hay otro edificio, el edificio espiritual de la parroquia de San Eloy que es su comunidad, formada por piedras vivas. Y ahí es donde entras tú.

Sin tu participación y tu colaboración el verdadero edificio de la parroquia también se tambalea. Por eso, necesitamos tu implicación en la vida parroquial para sostener la comunidad de San Eloy y que no se hunda. Cristo, el Señor, es la piedra angular, la clave y los nervios de este singular edificio vivo. Él es también la roca viva donde se asientan los cimientos de la comunidad parroquial. Pero sin ti, el edificio queda incompleto.

Por eso te animamos a que participes no solo con tu presencia en la eucaristía dominical sino que compartas tu fe en los grupos y actividades de la parroquia, te formes intelectualmente a través de la propuestas de formación que te ofrecemos, y lleves a cabo de manera activa la misión de transmitir el evangelio a todas las gentes participando en una comunidad que acoge, que catequiza y que acompaña con Cristo y en el nombre de Cristo. Por eso, si le faltas tú,  la parroquia también se hunde…

¿A qué esperas?