22 Mar Eucaristía y rosario por la Paz
Este viernes, 25 de marzo, el Papa Francisco consagrará Rusia y Ucrania a la Virgen María en un gesto para pedir la paz entre estas naciones.
El Papa ha pedido a todos los obispos del mundo que se unan en comunión con él. Además en este día, solemnidad de La Anunciación, la Iglesia celebra la «Jornada por la Vida». Nada más contrario a la vida que la guerra.
Por eso, también en la parroquia de San Eloy queremos unirnos al Papa y os invitamos a celebrar la eucaristía de 19h30 en la que especialmente pediremos por la vida y por la paz, y a sumaros al Santo Rosario que rezaremos después de esta eucaristía pidiendo la intercesión de Nuestra Señora para que cese la guerra, por la paz en el mundo.
Oración por la Paz
Perdónanos la guerra, Señor.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de nosotros pecadores.
Señor Jesús, nacido bajo las bombas de Kiev, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, muerto en brazos de la madre en un búnker de Járkov, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, enviado veinteañero al frente, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que ves todavía las manos armadas en la sombra de tu cruz, ¡ten piedad de nosotros!
Perdónanos Señor,
perdónanos, si no contentos con los clavos con los que atravesamos tu mano, seguimos bebiendo la sangre de los muertos desgarrados por las armas.
Perdónanos, si estas manos que habías creado para custodiar, se han transformado en instrumentos de muerte.
Perdónanos, Señor, si seguimos matando a nuestros hermanos, perdónanos si seguimos como Caín quitando las piedras de nuestro campo para matar a Abel.
Perdónanos, si seguimos justificando con nuestro cansancio la crueldad, si con nuestro dolor legitimamos la brutalidad de nuestras acciones.
Perdónanos la guerra, Señor. Perdónanos la guerra, Señor.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ¡te imploramos! ¡Detén la mano de Caín!
Ilumina nuestra conciencia,
no se haga nuestra voluntad,
¡no nos abandones a nuestras acciones!
¡Detennos, Señor, detennos!
Y cuando hayas parado la mano de Caín, cuida también de él. Es nuestro hermano.
Oh Señor, ¡pon un freno a la violencia!
¡Detennos, Señor!
Amén.