Hoy día, en nuestro país, cada vez más adultos aún no han sido bautizados. Si algún adulto quiere acercarse a la fe y recibir los sacramentos de la iniciación cristiana puede hacerlo. Para ello también conviene acercarse y hablar con alguno de los sacerdotes para comenzar la preparación.
Antes de recibir el bautismo y los demás sacramentos de la iniciación cristiana conviene conocer bien el núcleo de la fe, y lo que supone ser bautizado, es decir, ser cristiano.
«Vamos a explicar ahora de qué modo, después de renovados por Jesucristo, nos hemos consagrado a Dios, no sea que omitiendo este punto demos la impresión de proceder en algo maliciosamente en nuestra exposición. Cuantos se convencen y tienen fe de que son verdaderas estas cosas que enseñamos y decimos, y prometen poder vivir conforme a ellas, se les instruye, ante todo, para que oren y pidan con ayunos perdón a Dios de sus pecados anteriormente cometidos, y nosotros ayunamos y oramos juntamente con ellos. Luego los conducimos a sitio donde hay agua, y por el mismo modo de regeneración con que nosotros fuimos también regenerados, son regenerados ellos, pues entonces toman en el agua el baño en el nombre de Dios, Padre y Soberano del universo, y de nuestro Salvador Jesucristo y del Espíritu Santo…» San Justino, Apología I, 61 (siglo II)